La Fundación Emalcsa firma un convenio de explotación de los caballitos de Méndez Núñez junto a la Asociación Pro Enfermos Mentales de A Coruña

El pasado viernes 16 de diciembre, la Fundación Emalcsa firmaba un convenio con la Asociación Pro Enfermos Mentales de A Coruña (APEM) para la explotación de la nueva actividad infantil instalada en el centro de la ciudad: los caballitos de los jardines de Méndez Núñez.

Inés Rey, presidenta de la Fundación Emalcsa y alcaldesa de A Coruña, presentaba esa mañana la nueva iniciativa cultural en el Cantón Grande. Este proyecto, llevado a cabo desde la Fundación, ha permitido recuperar esta atracción turística y cultural coruñesa que estuvo activa entre los años 1969 y 2002. Los caballitos de Méndez Núñez, diseñados por Luis Mediero y elaborados con fibras de vidrio, constituyen «una de las atracciones más simbólicas de la ciudad y de un alto valor histórico y sentimental para muchos coruñeses y coruñesas», apuntaba Rey.

La puesta en marcha de esta iniciativa creará nuevos puestos de trabajo en los que la inclusividad será principal protagonista. Personas desempleadas y con diversidad funcional colaboradoras de la asociación APEM serán las encargadas de poner en marcha la actividad más de 180 días al año. De esta forma, ambas entidades contribuyen a facilitar la recuperación, adaptación e integración social y laboral de personas con enfermedades mentales y prestar el apoyo necesario a sus familias.

Desde el sábado 17 de diciembre, la atracción protagonizará el ocio infantil en los jardines de Méndez Núñez y mantendrá su recorrido clásico entre el Palco de la Música y la estatua de Daniel Carballo. Además, los caballitos estarán operativos durante periodos vacacionales como Navidad, puentes, fechas festivas y todos los fines de semana del año. El horario de la atracción será de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 21:00 horas.

Por último, la regidora mostró su profundo agradecimiento a APEM por su labor social e inclusiva como asociación en la ciudad. También destacó que con esta iniciativa, además de contribuir a la inserción laboral de personas con diversidad funcional, se volvía a hacer «de este espacio un punto de encuentro de vecinos y turistas y que futuras generaciones crezcan también montando en estos carruajes», indicaba la presidenta de la Fundación Emalcsa.